Don Priestley
Don Priestley fue un profesor y programador de videojuegos que creó más de 20 juegos comerciales para los ordenadores domésticos de 8 bits entre 1982 y 1989. A pesar de los exitosos lanzamientos para DK'Tronics, como 3D Tanx y Maziacs, Priestly regresó a la enseñanza a finales de la década de 1980.
Hasta 1979, Don Priestley era profesor. En 1981, tanto él como su hijo se inscribieron en un curso de Pascal en la escuela nocturna. Aunque su hijo lo abandonó, él siguió adelante. Uno de sus primeros programas fue una adaptación de Conway's Game of Life que se convirtió a un Sinclair ZX81 recién comprado.
Su primer juego comercial fue The Damsel and the Beast (La damisela y la bestia), inspirado en un programa llamado Mugwump y publicado por Bug-Byte. Otros juegos para ZX81 escritos por libre fueron Dictator (un exitoso juego de estrategia que luego se portó al Spectrum) y Mazogs (que luego se reescribió para el Spectrum como Maziacs).
Priestley se incorporó a DK'Tronics como director en marzo de 1983, donde desarrolló 3D Tanx, que fue bien recibido por la crítica. A éste le siguió Spawn of Evil, que alcanzó el primer puesto de las listas de éxitos en mayo de 1983. También escribió Popeye para DK'Tronics. Lanzado en 1985, su punto de diferenciación era tener unos sprites enormes y coloridos; de los más grandes vistos en el Spectrum, Este estilo gráfico tan distintivo ocurrió por casualidad:
“Los licenciatarios, King Features, se esforzaron en señalar que cualquier juego debía incluir representaciones justas de los personajes centrales de los dibujos animados, así que me senté con una gran cuadrícula y se me ocurrió una figura de Popeye de siete caracteres de alto y seis de ancho: ¡42 caracteres para mover en cada fotograma!”
En 1986, la editorial Macmillan reeditó Popeye y se puso en contacto con Priestley para que utilizara las mismas técnicas en un título de lanzamiento para su nuevo sello, Piranha Software. The Trap Door, basado en la serie de animación del mismo nombre, ganó múltiples premios de la prensa y ha sido descrito como uno de los mejores juegos jamás lanzados para el ZX Spectrum.
Priestley seguiría utilizando el mismo estilo en la secuela Through The Trapdoor (1987), Flunky (1987) y Gregory Loses his Clock (1989), pero a finales de los ochenta, Priestley consideraba que el desarrollo de los juegos se estaba alejando de los desarrolladores individuales hacia el desarrollo en equipo. Estos cambios no se ajustaban al estilo de trabajo de Priestley, que abandonó la industria del juego para volver a la enseñanza.